Los Fósforos

Marcelo Beltrand Opazo


Me cuesta encender un fósforo. No sé si soy torpe o ellos tienen algo en mi contra, porque he llegado a pensarlo, y lo pienso cuando compro una nueva caja y estas me miran desde la distancia propia de las cajas de fósforos, o de la lejanía de los estantes del supermercado, que son fríos, aunque pretendan darles vida, no lo logran. Y desde ahí miro y me miran los fósforos y siento algo extraño, creo saber que ellos tienen algo en mi contra, porque sé, que cuando intente encender la cocina o el calefón o la estufa, no voy a poder, saltarán desde mis dedos como al vacío, a la nada, que no es nada, porque es el piso de mi casa. Y no podré encender el fuego. Me pasa siempre, tomo un fósforo, con mucho cuidado e intento raspar esa cabeza hidrocefálica en contra del cartón con pólvora y no se enciende, no prende y viene mi mujer y lo toma igual que yo y lo enciende, entonces pienso que los fósforos tienen algo conmigo, no se puede explicar de otra manera.

No hay comentarios: